Palma de Mallorca ha sido y es uno de los lugares más conocidos del mundo dentro del circuito de ciudades de vacaciones. Sin embargo, después de una época dorada en los 60-70 y una masiva democratización del destino -paralela al enriquecimiento de una creciente clase media europea-, ha ido perdiendo esa imagen de rincón de exclusividad, glamour y lujo hacia un perfil más relacionado vinculado al turismo familiar de masas y nivel adquisitivo medio.
La dura competencia en el Mediterráneo con otras grandes joyas como Capri, Montecarlo, Cerdeña, Creta… y su propio estancamiento en una postura cómoda de vivir de otros tiempos mejores marcaron está lenta caída de las últimas décadas, quedando reservados solo pequeños puntos para un turismo de alto standing (Sierra de Tramuntana, Cabo Formentor, algunos puntos de Ses Salines y los alrededores de Palma y Calvià: hoteles 5 estrellas en Son Vida, resorts de golf en Son Antem y Bendinat…).
En los últimos 5 años la tendencia parece haberse invertido y con una crisis que ha hecho a los ricos ser más ricos que nunca y ha desinflado a la clase media dejando a muchos casi sin aliento, los hoteles VIP han proliferado en Mallorca, especialmente en todo el centro urbano de Palma abriéndose de pronto varios hoteles boutique en el casco antiguo de la ciudad (Can Cera, Santa Clara…), hoteles en la zona de Paseo Mallorca para eventos y hasta hoteles de toda la vida que se renuevan con propuestas tan interesantes como el hotel Palacio Avenida, el Hotel Costa Azul en el Marítimo…
La apuesta es clara y las líneas de trabajo son muy marcadas: ofrecer un tratamiento personalizado, en espacios de diseño con modernos servicios, tecnología de última generación y decoración llena de carácter, generalmente vinculada al destino en el que se ubican.
La inversión que requieren es importante, ya que se basan en la calidad y los elementos más cuidados para atraer a sus huéspedes, todo ello combinado con una situación privilegiada dentro de la ciudad o zona turística elegida. Esto repercute en los precios, que suelen ser bastante más altos que en otros hoteles de la misma categoría. Sin embargo, el valor añadido es mucho más alto y compensa, sobre todo a los que quieren vivir una experiencia de alojamiento distinta y especial.
La tendencia a abrir este tipo de hoteles en Mallorca se ha trasladado también a los hoteles spa en la Playa de Palma como el Royal Cupido, uno de los resorts de IBEROSTAR en la isla que más se ha modernizado y acercado a este estilo de alojamientos VIP en el entorno de Palma. Fuera del entorno de la capital balear, también se pueden encontrar otros ejemplos interesantes, sobre todo entre los hoteles spa en Santa Ponsa, entre Calvià y Andratx.